“El otro 40% tendrá que explicar por qué luchan contra el dolor en animales y no en humanos por nacer”, apuntan líderes pro-vida.
La Cámara de Representantes de EEUU votó el pasado miércoles 6 de diciembre a favor del Acta de Notificación de Dolor del Niño no Nacido, con 250 votos a favor y sólo 162 votos en contra. Sin embargo, no se alcanzó la mayoría de dos tercios que el procedimiento parlamentario requería por lo que la medida no fue aprobada.
La propuesta pedía que las empresas que practican abortos entreguen un folleto a las mujeres embarazadas de más de 20 semanas (pasado el quinto mes) que acudan a pedir un aborto.
En este folleto se explica que hay “evidencia sustancial” de que el aborto causará dolor al feto y les explica que pueden –si así lo desean- solicitar que antes de matar al feto se le administren a éste sustancias que reduzcan su dolor.
“No es poca cosa que el 60% de la Cámara aprobase la petición que de los aborteros informen a las mujeres que los abortos tardíos pueden ser muy dolorosos para el niño no nacido”, comentó Douglas Johnson, del movimiento pro-vida national Right to Life. “El otro 40% tendrá que explicar por qué apoyan leyes contra el dolor en los animales que se usan para comer o en investigaciones, pero no las apoyan contra el dolor en humanos no nacidos”.
En EEUU, ante la dificultad de abolir el aborto como institución –el Tribunal Supremo lo definió como derecho- los esfuerzos pro-vida han logrado muchos avances en temas concretos que conciencian a la población sobre la realidad del aborto: leyes para avisar a los padres de que su hija embarazada quiere abortar, leyes sobre el aborto por parto parcial y leyes sobre el dolor del feto.
La sociedad occidental moderna es una sociedad de la imagen y aterrada ante el dolor.
Por eso, para humanizar al feto, para hacerlo visible en el debate, los movimientos pro-vida insisten en las imágenes en 4D (3D más movimiento). Imágenes como estas pudieron verse en el reportaje de la Televisión Danesa sobre los abortos tardíos en Barcelona, dando visibilidad al niño que el Doctor Morín estaba dispuesto a abortar.
Respecto al tema del dolor, que espanta a nuestra cultura, salta al debate sobre el aborto al plantearse el dolor del feto: sí, la ley dice que se pueden matar fetos, pero ¿es necesario que sufran?
Asombrosamente, hay muchas personas a favor de abortar pero sin causar dolor (una especie de eutanasia al bebé). Pero otras muchas quedan impactadas por la idea del bebé como paciente, y eso les ayuda a pensar en él, por primera vez, como persona, no como problema...
En una época en que nacen bebés con 22 semanas y sobreviven y en que se hace cirugía con éxito para ayudar bebés antes incluso de que nazcan, el debate sobre el dolor del feto es un debate sobre la dignidad de un ser vivo, incluso para quienes –contra toda evidencia y razonamiento- no le reconocen su humanidad, pero sí le reconocen un derecho a evitar el dolor. Como un animal, al menos.
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